Kristina Martínez y Natalia Montiel.
Febrero 2011.
...en alguna asamblea en algún lugar del Sur...
Dicen
que los tamboreros y tamboreras, músikos, malabaristas y
Lok=s artistas somos drogadikt=s.
Dichos estigmas,
entre otros muchos no nos dejan avanzar.
No dan paso a que la juventud surja,
viva, grite, luche haciendo artes.
Nosotros,
nosotras pensamos que tales prejuicios son un muro para las luchas de
Liberación.
El
konsumo de drogas está en el plano
personal y por tanto debe RESPETARSE nuestro derecho de KONFIDENCIALIDAD. Y por
aká no es territorio rebelde ni mucho menos autónomo. Andemos menos entre chismes.
Aunque
kompañeros, kompañeras sí somos.
Dichos
pensares y sentires tienen fundamentos doble-moralistas, provokan exklusión y por tanto quienes así piensan y aktúan reproducen
los patrones patriarkales del sistema que
tanto nos kuestan.
Sí se
tiene que trabajar más kon la apertura a
las diferencias y las kuestiones de género.
Decir
nuevamente que no es una novedad que esto okurre. Tampoko es una novedad que estas
drogas, inkluyendo el alcohol o el dinero son produktos que el sistema ofrece premeditadamente para nuestro kontrol.
Aunque
hay sectores que no muy kontrola. Afortunadamante.
También
hay que entender que hay una diferencia
entre konsumir drogas o alcohol y el ser
alkohólico o drogadikto, pues entendemos que éstos últimos tienen que ver kon
dependencias dominantes que bloquean la toma de decisiones konscientes de
quienes las konsumen.
Y aún
así dentro de la juventud existen personas que han salido avante de tales
situaciones. Tales esfuerzos merecen rekonocimientos al mérito por
la autodeterminación de quien logra tan admirable alkance.
Porque
sí, a veces andamos por allí lapidando pensamientos.
Otra
realidad opresora es la de aquellos adultos y adultas que se empeñan en señalar
el ciklo vital humano que korresponde a
la generación nacida en los ochentas komo un periodo de karencia de responsabilidad
y seriedad, prefiriendo llamarl=s
libertinos.
Alegría
Somos.
Si bien
que se duerme en grupo entre ellos y ellas,
sin que siempre el sexo oriente.
Hermosa
forma de relacionarse entre risas. Aunque sus excepciones también hay.
¿No será
más bien que el sistema muerto no da muchas opciones? Al kontrario, manipula al punto de la opresión. ¡Que si no!
si hasta nos fugamos, kantamos,
bailamos, reímos a kántaros, kompramos y
nos auto -violentamos para poder supervivir. Y de esto, no somos kulpables. Y muchos, muchas vamos asumiendo responsabilidades.
De VIDA
estamos llenxs y por esto no nos sentimos kulpables. Que los prejuicios y los
juicios, las miradas acusadoras y los silencios con doble cara nos quieran
hacer sentir lo kontrario es diferente. Alegremente, esto no nos sucede.
Y no
solo eso.
Otra
realidad es que desde la juventud se
tiene más posibilidad de organización, de solidaridad, de otredad, de risas.
VIDA.
Nos
mostramos ante el mundo tal cual Somos, tal cual nos SENTIMOS y sí, tal vez
somos adictos, pero no de lo que ellxs quieren ver, sino de lo que tanto se
teme dentro de este sistema, en donde hasta por pensar lo reprimen o asesinan a
unx.
Somos
adictos a la DIFERENCIA, AL RESPETO, A LA DIGNIDAD, A LA LUCHA, A LA SOLIDARIDAD, A LA ESPERANZA Y AL AMOR.